La historia detrás de “Buque de guerra ruso, vete a la mierda” y el apoyo a Ucrania”
La frase "Buque de guerra ruso, vete a la mierda" se convirtió en un poderoso símbolo de la resistencia ucraniana en los primeros días del conflicto con Rusia. Este desafiante mensaje fue dirigido al crucero de misiles ruso Moskva por el guardia fronterizo ucraniano Roman Hrybov, estacionado en la Isla de la Serpiente, el 24 de febrero de 2022, el primer día de la campaña de la Isla de la Serpiente.
La frase captó la atención del mundo y generó apoyo para Ucrania, simbolizando la negativa del país a rendirse ante las fuerzas invasoras. Inicialmente, se temía que los 13 soldados que defendían la Isla de la Serpiente hubieran muerto tras su valiente negativa a rendirse, una postura que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, anunció que sería honrada con el máximo galardón del país, el de Héroe de Ucrania. Sin embargo, esta versión fue corregida más tarde, revelando que los soldados habían sido capturados por las fuerzas rusas pero estaban vivos. Roman Hrybov y algunos de sus compañeros guardias fueron devueltos a Ucrania en un intercambio de prisioneros y Hrybov recibió una medalla del gobernador de Cherkasy Oblast por su valentía.
La frase "Buque de guerra ruso, vete a la mierda" no solo se volvió viral en las redes sociales, sino que también inspiró diversas formas de resistencia dentro de Ucrania y en el extranjero. Se utilizó en canciones, memes e incluso en un sello postal ucraniano, y sirvió como grito de guerra para militares y civiles ucranianos por igual. La frase se ha comparado con gritos de batalla históricos, lo que enfatiza su impacto y significado en el conflicto en curso.
Para quienes deseen apoyar a Ucrania y conmemorar este momento emblemático, en giftsfromukraine.com se pueden adquirir artículos como camisetas con la frase "Buque de guerra ruso, vete a la mierda". Esto no solo permite que las personas expresen su solidaridad con Ucrania, sino que también contribuye a la red de apoyo más amplia que ayuda al país durante este momento. Esta historia es un testimonio del poder de las palabras en el conflicto, y muestra cómo una sola declaración desafiante puede convertirse en un símbolo de resistencia y unidad frente a la agresión.